martes, 19 de mayo de 2015

PALABRA BRUMA Y FRASE DEL LIBRO WABI-SABI DE FRANCESC MIRALLES

¡Queridos lectores!

Con el mes de Mayo llegan unos nuevos Latidos a Cuatro Manos.

Esta vez hemos puesto a danzar a nuestras plumas al son de la palabra "Bruma" y de una frase presente en el libro WABI- SABI del gran autor Francesc Miralles.

Tanto Eduardo como yo...¡Esperamos que os guste!

¡Un abrazo!

+Bruma: 

1. Niebla de menor densidad que la neblina, especialmente la que se forma sobre el mar.
2. Oscuridad o falta de claridad que enturbia la mente o que rodea un suceso.


BRUMA, TERROR Y CONSUELO

Para llegar hasta el fondo
y dar un sorbo al porvenir
es necesario abrirse paso entre la maleza,
cruzar la puerta del ocaso
y dejarse tragar por la niebla,
allí donde las fieras merodean sin descanso
buscando algo que a ti y a mí nos aterra.


Para llegar hasta tu centro
y ver dentro lo que falta
es necesario abrirse paso entre las grietas,
subir la cuesta del ocaso
y dejarse tragar por la niebla,
allí donde las piernas asfixian al pecado,
buscando algo que solo a nadie consuela.

-Eduardo José Villanueva-



BRUMA

Estoy perdida entre una espesa bruma y no consigo divisar el horizonte. Tengo frío y mis manos tiemblan, me siento vacía y mis piernas se tambalean. Mi cuerpo tirita bajo la escarcha del rocío en esta noche incierta. Mis ojos anegados en lágrimas no soportan tanta tristeza. El viento me acaricia y sus caricias me queman.

Mi corazón te extraña a cada latido, te implora, te grita, te sueña…

La niebla y su eco embriagador me devuelven mis pensamientos. Oscuros y grises como los cielos de invierno. Varada entre la bruma de mi alma. No hay lugar más oscuro que aquí dentro. Donde los demonios crecen y se extienden con el miedo. Donde la sangre se derrama, gota a gota. Donde los suspiros se pudren y los besos se agrietan esperando ser pronunciados. Donde los centímetros de piel se marchitan al igual que los sueños. Rotos y pisoteados. Arrugados y destrozados a cámara lenta.

Aquí dentro, donde las hojas del otoño no encuentran su esencia.

Estoy perdida entre una bruma espesa y no consigo divisar el horizonte.

Tengo frío y mientras escribo mis manos dudosas, tiemblan.

Mi cuerpo tirita bajo la escarcha del rocío en esta noche incierta.

Mi corazón te extraña a cada latido, te implora, te grita, te sueña…

-Octubre-


- “Venimos de la nada y hacia la nada nos dirigimos. Entremedio somos algo. Y ese algo es lo que llamamos vida.” Presente en el libro WABI-SABI de Francesc Miralles.

ENE

En aquel instante se percató del paréntesis. Fue duro chocar contra el descubrimiento pero, dulce abrir los ojos ante él. El germen del planteamiento primero trajo tedio, después liberación. Transformó el pánico en calma; vistió de euforia la desidia y de soberbia la apatía. 
Acarició la idea de que todo lo vivido era un infinito cúmulo de paréntesis, encadenado uno detrás de otro. Para llegar a ese punto tuvo que oscilar en el borde del abismo entre el equilibrio y la desesperanza. Fue necesario coger cada final, cada conclusión de las historias vividas y enroscarlas con su principio sabiendo que ambas son parte de un todo que juega a ser algo.


Descubrió que Ene lo era todo: el único recuerdo verídico y el infalible camino al olvido. Ene, la madre de dios; Ene, castigo y recompensa; Ene, espejo del ayer y el mañana; Ene, humo y arena; Ene, amor, regaliz, sueño y palabras.

La deducción llamó a la sospecha y la sospecha prendió la llama. El fuego quemó la casa y al salir de ella y ver como todo cuanto había poseído era violentamente chamuscado, una pletórica sonrisa se dibujó en su rostro. Fue entonces cuando supo que Ene siempre había estado allí pero que ahora, al fin, podía hablar con él mirándole a los ojos. La relación que empezó ahí, en ese preciso momento, supo que sería entre iguales y que tendría la duración que tiene la eternidad de un instante. 

-Eduardo José Villanueva-


POLVO DE ESTRELLAS

Shock. Es duro darse cuenta de las gotas insignificantes de polvo que forman nuestra materia. No importa de dónde vengas ni a dónde quieras llegar. Un día vendrá la muerte y serás la misma nada de la cual naciste.

Pocas frases pueden golpearte tan fuerte como las verdades absolutas con las que te tropiezas al leer.

Desde ese mismo momento en el que tus ojos se posan en una verdad hiriente que te deja en shock, que consigue derrumbarte entre miedos, ya no vuelves a ser la misma persona. Y quizá sea ese el único propósito de las verdades. Hechizarte, enamorarte, hacerte entender. Demostrarte las mentiras, destruirte los delirios de grandeza y regalarte la libertad de la sapiencia. Tenderte la mano hacia lo que parece insignificante, porque es aquello que parece pequeño lo que resulta ser más grande.

Solo tienes una vida. Un día vendrá la muerte y te acunará en su pecho. Dejarás de ser algo para ser nada de nuevo. Y lo único que contará será lo que te lleves adentro. Lo que se desintegre contigo formando un montón de cenizas y polvo de huesos quebradizos.

Porque un día seremos polvo de estrellas dentro de la inmensidad de un cielo oscuro y yermo, y la vida que llevemos como equipaje será lo que conforme el brillo con el que brillemos.

Porque un día seremos polvo de estrellas, y las estrellas se alimentan de sueños. Las estrellas no quieren delirios de grandeza, a las estrellas no les importa el dinero, ni la posición social, no entienden de nombres y apellidos. Las estrellas solo quieren sueños, latidos, sonrisas, ilusiones, alegría, abrazos, sudores y gemidos.

Porque un día seremos polvo de estrellas y de nosotros y de nuestro algo depende brillar como luceros radiantes y fugaces o como vulgares copias de la inmensidad de los caracteres.

-Octubre-

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